Estrategia Pedagógica Contra
la Explotación Sexual
¿Qué es la explotación sexual?
La explotación, el abuso y el acoso
sexual son términos que tienden a causar confusión con frecuencia. La principal
diferencia yace en quién es la víctima (conocida también como
“sobreviviente”).
La
explotación y el abuso sexual afectan a las personas de interés.
La explotación
sexual se entiende como el abuso real
o intencionado de la diferencia de poder, la confianza o la posición de
vulnerabilidad de una persona – como una persona que depende de otra
para sobrevivir u obtener raciones de alimentos, libros escolares, transporte u
otros servicios – con el fin de obtener favores sexuales, lo que incluye, entre
otras acciones, ofrecer dinero u otras ventajas sociales, económicas o
políticas. El tráfico de personas y la prostitución son parte de la explotación
sexual.
El abuso
sexual se refiere a la intrusión
física real o intencionada de naturaleza sexual, ya sea por la fuerza o
bajo condiciones desiguales o coercitivas. El abuso sexual incluye la
esclavitud sexual, pornografía, abuso infantil y agresiones sexuales.
El acoso
sexual afecta al personal y se refiere
a cualquier conducta sexual no deseada que pueda percibirse como una ofensa
o humillación. El acoso sexual puede darse en el lugar de trabajo o en
relación con este. Aunque a veces conlleva patrones de conducta, el acoso
sexual también puede verse como un incidente aislado. Para determinar si cierta
conducta es ofensiva, es necesario considerar la perspectiva de la víctima.
Alentar a las personas sobrevivientes
a denunciar
Somos muy conscientes de las enormes
dificultades a las que se enfrentan quienes logran sobrevivir a la explotación,
el abuso o el acoso sexual; asimismo, estamos al tanto de las profundas
consideraciones profesionales y personales – e incluso miedos – que pueden
impedirles hacerlo.
Nos esforzamos por abordar estas
inquietudes garantizando que los mecanismos de denuncia sean
conocidos, accesibles y confiables, y que las víctimas que denuncien
conductas sexuales indebidas se sientan seguras y protegidas.
Para lograrlo, hemos adoptado un
enfoque que se centra en la persona sobreviviente, y que coloca los
derechos y la protección de las víctimas, sobrevivientes y personas
directamente afectadas en el centro de nuestras acciones. Estas acciones
incluyen mejorar la experiencia de los recursos, mejorar el apoyo médico y
psicosocial que se brinda, fortalecer nuestras políticas y desarrollar medidas
de protección adicionales para quienes han experimentado o presenciado tales
abusos.
TRATA DE PERSONAS
¿Qué es la trata de personas?
La trata de personas se presenta cuando una persona promueve, solicita, ofrece, facilita, consigue, traslada, entrega o recibe, para sí o para un tercero, a una persona, por medio de la violencia física o moral, el engaño o el abuso de poder, para someterla a explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre, o a la extirpación de un órgano, tejido o sus componentes.
¿Cómo comenzó el fenómeno de la trata de
personas en el mundo? La trata de personas es un fenómeno muy antiguo que
atenta contra los derechos humanos. Desde hace cientos de años, mujeres y niñas
han sido separadas de sus lugares de origen y comerciadas como mano de obra,
servidumbre y/o como objetos sexuales.
La trata de personas como problema social comenzó a reconocerse a finales del siglo XIX e inicios del XX como lo que se denominó “trata de blancas”, concepto que se utilizaba para hacer referencia a la movilidad y comercio de mujeres blancas, europeas y americanas, con objeto de explotarlas sexualmente.
El fenómeno de la trata alcanzó un
nivel tan alto que impulsó la creación de diversos tratados sobre este tema en
el seno de las Naciones Unidas, por ejemplo el Convenio para la Represión de la
Trata de Personas y la Explotación de la Prostitución (1949).
Después de la Segunda Guerra Mundial,
y gracias al aumento de la migración femenina, se hizo evidente que el fenómeno
de la trata, lejos de haber desaparecido, se había extendido por todo el mundo
y adquirido diversas modalidades. Así, el término “trata de blancas” quedó en
desuso por no corresponder ya a las realidades de desplazamiento y comercio de
personas, y tampoco a la naturaleza y dimensiones de los abusos inherentes a
dicho fenómeno.
Prueba de Salida
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