El C.E.B.G. República de Panamá está evolucionando e innovando en el desarrollo del Calendario Cívico en estos tiempos de pandemia durante el Período Lectivo 2021
La palabra América nació a principios del siglo XVI en honor de Américo Vespucio, explorador y cartógrafo italiano conocido por la identificación de América como un continente (cuando por aquella época, sus contemporáneos como Cristóbal Colón, creían que el «Nuevo Mundo» era parte del continente asiático y no un continente en sí). En honor a sus hallazgos, el cartógrafo alemán Martín Waldseemüller, en su planisferio Universalis Cosmographia, bautizó la nueva placa continental como «América» siguiendo la tradición de feminizar los nombres de los continentes (piensen en el resto de continentes: Europa, Asia, África y Oceanía; todos son nombres femeninos).
Día de las Américas en
Honduras
Día de las Américas, una
celebración anual en Honduras. Se celebra el día 14 de abril, es un
símbolo de soberanía y de una unión en toda la comunidad continental.
Usualmente este día se hacen actos cívicos, desfiles y bailes resaltando las tradiciones de todos los países que conforman América.
Historia del Día de las
Américas
El primer Día de las Américas fue celebrado en 1931 y se eligió como fecha el 14 de abril, ya que ese día, en 1890, se creó la Unión de las Repúblicas Americanas en el Distrito de Columbia, en los Estados Unidos, fecha donde se dio la Primera Conferencia Internacional Americana. Luego se creó la Unión de las Repúblicas Americanas en el año 1948, La asociación ofrecía ayuda en comercio, salud, agricultura, geografía, historia y otras áreas de interés para el progreso regional; más tarde esta organización derivó en la Unión Panamericana y finalmente, en 1948, en la actual Organización de los Estados Americanos (OEA). También se creó un himno, el cual es cantado durante las celebraciones de ese día importantes. La letra del Himno es atribuida a Rodolfo Sciamarella.
Un canto de amistad, de buena vecindad,
unidos nos tendrá eternamente.
Por nuestra libertad, por nuestra lealtad
debemos de vivir gloriosamente.
Un símbolo de paz, alumbrará el vivir
de todo el continente americano.
Fuerza de optimismo, fuerza de la hermandad
será este canto de buena vecindad.
Argentina, Brasil y Bolivia,
Colombia, Chile y Ecuador,
Uruguay, Paraguay, Venezuela,
Guatemala y El Salvador,
Costa Rica, Haití, Nicaragua,
Honduras y Panamá,
Norteamérica, México y Perú,
Santo Domingo y Canadá.
¡Son hermanos soberanos de la libertad!
¡Son hermanos soberanos de la libertad!
Entre las actividades para conmemorar este día se
puede visitar el Museo de Arte de las Américas ubicado en la sede de la OEA en
Washington DC, Estados Unidos, donde se exhiben más de 2000 obras de arte entre
dibujos, grabados, pinturas, esculturas y fotografías de los periodos
históricos más representativos del arte latinoamericano.
Otra opción es la de visitar el Monumento a las
Banderas erigido en 1948 que dio origen a la OEA y está ubicado en la ciudad de
Bogotá, en Colombia. Consta de 120 estatuas de mujeres que representan los seis
problemas y las situaciones que enfrentaba el continente en esa época, como son
la justicia, la educación, los valores humanos, el hambre, el desarrollo y
poder científico. También Puerto Rico ofrece su lugar para celebrar este día
con su Museo de Las Américas, donde se exalta la historia de todo el continente.
Banderas de América
Por qué se celebra el Día de las Américas
"Reafirmar
los ideales de paz y solidaridad continental que todos profesan, fortalecer sus
lazos naturales e históricos y recordar los intereses comunes y aspiraciones
que hacen a los países del hemisferio un centro de influencia positiva en el
movimiento universal a favor de la paz, la justicia y la ley entre las
naciones" es lo que
establece la declaración del panamericanismo. La fecha se celebra como símbolo
de soberanía y la unión voluntaria de todos los países del continente en una
misma comunidad. Ciudades y pueblos a lo largo de la región conmemoran la
jornada.
Países como Honduras, Guatemala y Haití declararon esta fecha como Fiesta Nacional desde donde se promueven los principios del panamericanismo.
Una de las fiestas más importantes de
Iberoamérica es el Día de las Américas. Es celebrada anualmente cada 14 de
abril, pero ¿por qué esa fecha en concreto? Para ello debemos remontarnos hasta
el siglo XIX. El Día de las Américas tiene su origen con el
sueño de Simón Bolívar, que expuso durante el Congreso de Panamá en 1826: crear
una asociación de países americanos. Esta idea se hizo realidad con la
fundación de la Unión de las Repúblicas Americanas en 1890. En 1910 pasaría a
llamarse Unión Panamericana y finalmente en 1948, Organización de Estados
Americanos (OEA)
Pero no es hasta 1931 cuando se establece el 14 de abril como día oficial. Se aprobó en la Primera Conferencia Internacional Americana, por ser la fecha de la creación de la Unión de las Repúblicas Americanas.
En 1826, el libertador Simón Bolívar convocó al Congreso
de Panamá con el fin de buscar la unión o confederación de los Estados de
América, sobre la base de los anteriores virreinatos hispanoamericanos, en un
proyecto de unificación continental, como lo había ideado el precursor de la
independencia hispanoamericana Francisco
de Miranda. Pero no fue hasta 1890, el 14 de abril, que se celebró
la Primera Conferencia Internacional Americana, en la ciudad de Washington,
estableció la Unión Internacional de las Repúblicas Americanas y su secretaría
permanente, la Oficina Comercial de las Repúblicas Americanas, predecesora de
la Organización de Estados
Americanos (OEA).
El primer Día de las Américas fue
celebrado el 14 de abril de 1931,
en conmemoración a la fundación de la Unión de las Repúblicas Americanas
(llamada a partir de 1910 Unión Panamericana y, a partir de 1948, Organización
de los Estados Americanos -OEA-). El acto se realizó en Washington, en
una ceremonia que incluyó la plantación de un árbol en los jardines de la Unión
Panamericana.
En 21 países americanos se celebra cada 14 de abril desde
1931 el "Día de las Américas": Argentina; Bolivia; Brasil; Chile;
Colombia; Costa Rica; Cuba; Ecuador; El Salvador; Estados Unidos; Guatemala;
Haití; Honduras; México; Nicaragua; Panamá; Paraguay; Perú; República
Dominicana; Uruguay y Venezuela
Ideales de los libertadores de
América
Entablar aquel sistema y consolidar el poder de este gran cuerpo político, pertenece al ejercicio de una autoridad sublime que dirija la política de nuestros gobiernos, cuyo influjo mantenga la uniformidad de sus principios, y cuyo nombre sólo calme nuestras tempestades. Tan respetable autoridad no puede existir sino en una asamblea de plenipotenciarios, nombrados por cada una de nuestras repúblicas y reunidos bajo los auspicios de la victoria obtenida por nuestras armas contra el poder español.
Es una idea grandiosa pretender formar de todo el Mundo Nuevo una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo. Ya que tiene un origen, una lengua, unas costumbres y una religión, debería, por consiguiente, tener un solo gobierno que confederase los diferentes estados que hayan de formarse; mas no es posible, porque climas remotos, situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes, dividen a la América.
Propósitos
Albergaban los ideales de paz,
justicia social, solidaridad y hermandad, para el conjunto de los países.
El 30 de abril de 1948, los veintiún países
suscribieron en Bogotá (Colombia) la Carta que estableció la OEA. Allí se
determinaron sus propósitos esenciales:
. Afianzar la paz y la
seguridad del Continente Americano.
. Promover y consolidar la
democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención.
. Prevenir las posibles causas
de dificultades y asegurar la solución pacífica de las controversias que surjan
entre los Estados Miembros.
. Organizar la acción
solidaria de los Estados Miembros en caso de agresión.
. Procurar la solución de los
problemas políticos, jurídicos y económicos que se susciten entre los Estados.
. Promover, por medio de la acción cooperativa, el desarrollo económico, social y cultural, y alcanzar la efectiva limitación de armamentos convencionales que permita dedicar el mayor número de recursos al desarrollo económico y social de los Estados Miembros
Celebración en la historia
Durante los años 30, la
conmemoración del Día de las Américas llegó a ser un evento significativo. En
todas las escuelas de las 21 repúblicas de la Unión Panamericana, se tomó como
hábito que el 14 de abril se realizaran actos conmemorativos que tendieran a
incrementar la conciencia de los estudiantes acerca de los pueblos y culturas
en las naciones americanas.
En 1933, en la sede de la
Unión Panamericana en Washington, se hizo entrega por parte del Gobierno de
Venezuela de un busto de Francisco de Miranda, el cual en la actualidad se
encuentra en el Salón de los Héroes del Edificio Principal de la OEA
junto a los bustos de otros defensores de la independencia y soberanía de los
Estados miembros.
En 1935, se reforzó la
celebración desde el Consejo de la Unión Panamericana, mediante la firma del
Pacto Roerich que protege, en tiempos de guerra, a los monumentos históricos y
a las instituciones científicas y culturales.
Entre los varios convenios
firmados figuran:
El Tratado de Fraternidad
Centroamericana (1934).
El Tratado de Protección de
los Bienes muebles de Valor Histórico (1935).
El Acuerdo estableciendo el
Banco Interamericano de Desarrollo (1959).
El Protocolo para el Acuerdo
estableciendo el Banco Centroamericano de Integración Económica (1969).
El Acuerdo de Cooperación
Técnica entre la Secretaría General de la OEA y la Organización Latinoamericana
de Energía (OLADE) (1992).
Una vez que empezó a tomar forma esta unión, se fueron gestando varios organismos de actuación dentro de la OEA:
. La Organización Panamericana
de la Salud (1902).
. El Instituto Interamericano
del Niño (1924).
. La Comisión Interamericana
de Mujeres (1928).
. El Instituto Panamericano de
Geografía e Historia (1928).
. El Instituto Indigenista
Interamericano (1940).
. El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (1942).
Pueblos libres
Los pueblos ancestrales
llamaban Amaruka a este continente. Un líder aymara propuso la palabra de los
Kuna de Panamá: Abya Yala (Tierra Fecunda) para hacer referencia a este
continente indígena en contraposición a América. Hay quienes prefieren retomar
la palabra Amaruka, principalmente por un sentido iniciático y espiritual, pues
Amaru, es la serpiente emplumada hablada en todas las culturas, y que
representa al alma conjunta de todo este continente. En este sentido, proponen
que se le vuelva a llamar a este continente AMARUKA, la Tierra de la Sabiduría.
Tratar de volver a las raíces
desde un lugar respetuoso de los saberes ancestrales, con el anhelo de
incluir todas las cosmovisiones que han acunado este suelo es un reto que nos
debemos para caminar, de espaldas al futuro mirando el pasado para no repetir
errores y para aprender que todo este legado tiene un sentido histórico que no
debemos pasar por alto.
LISTADO DE LOS PAÍSES DE AMÉRICA
NOTAS Y ACLARACIONES
·
El nombre de los
países y las capitales han sido obtenidos de la última versión de la Ortografía de la
lengua española (Real Academia Española).
·
En la
entrada se han incluido únicamente países soberanos (países
completamente independientes y reconocidos). Por ello Puerto Rico (EE.
UU.), Guayana Francesa (Francia)
y Groenlandia (Dinamarca)
no se encuentran en el listado ni en el mapa.
·
La actual capital de México es
«Ciudad de México»
desde el 30 de enero de 2016 (antes era México D. F.)
·
La capital de Bolivia, según su
propia constitución (artículo 6. I.) es Sucre. La Paz es
la sede del gobierno.
·
Alaska es uno de los 50 estados de EE. UU. (no es un
país)
Superlativos de América
América, con una superficie de 42.142.000 Km2., abarca el 28% del total de las tierras emergidas y es, en extensión, el segundo de los cinco continentes.
1- Su mayor península es la de Alaska, en el
extremo noroeste del continente; alcanza a
1.518.775 Km2, de superficie.
2- El país más extenso de América es Canadá (y
tercero en el mundo entero) con una superficie que llega a los 9.959.401
Km2.
3- El
punto más bajo del continente está situado en el Yalle de la Muerte
(California), con 86 m. bajo el nivel
del mar.
4– Los
árboles más antiguos que se conocen están en California. Son las secoyas (Sequoia sempervirens), de hasta 3.000
años.
5- Lago
más extenso: el Superior; sus aguas cubren la superficie de 83.300 Km2, en la
frontera de Canadá y Estados Unidos.
6- La
mayor isla del continente (y del mundo) es Groenlandia,
con una superficie total que alcanza
a los 2.170.000 Km2.
7- En
la bahía de Fundy, costa atlántica de América del Norte,
se han registrado las más altas mareas del
mundo: 19,6 metros.
8- El
más prolongado curso fluvial del continente está
formado por el Misisipi-Misuri, de
6.418 kilómetros de longitud.
9- La
más profunda fosa oceánica cercana al continente es la de Puerto Rico, los
sondeos han alcanzado hasta 9.199 m.
10- El
más pequeño Estado americano es la República de El Salvador, en América Central;
tiene 21.393 Km2, de superficie.
11- La
cascada más alta del continente y del mundo, es el Salto Ángel, en
Venezuela; tiene una caída de 807 m.
12- El
Amazonas es el río de más extenso cuenca (7.000.000 de Km2 y mayor caudal
(100.000 m3 por segundo). En ambos órdenes ostenta el primer puesto mundial.
13- En
América está también, el volcán más alto del mundo. Es el Cotopaxi, de 5.896
m., en el llano ecuatoriano de Laracungo.
14- La
más alta línea férrea del mundo es el que va de Lima o Oroya (Perú). Alcanza la
altura de 4.816 m. sobre el nivel del mar.
15- El
lago más alto del mundo es el Titicaca; está
en la frontera peruanoboliviana a 3.812 metros
sobre el nivel del mar.
16- El altiplano más alto
de América (segundo del mundo) es el de Bolivia. Su nivel oscila entre los
4.000 y los 5.000 metros.
17- El mayor desnivel
conocido está en América. Es el que forman el cerro Llullaillaeo, de 6.723 m.,
y la fosa oceánica de Taltal, de 7.640 m. de profundidad. A unos 400 Km. uno
del otro, su diferencia de altura llega a 14.363 metros.
18- La más larga cadena
montañosa de América lo es también del mundo entero: es la cordillera de los
Andes, de 7.500 Km.
19- También tiene América
el río más ancho del mundo: el Río de la Plata que alcanza una anchura de 200
Km.
20- La cumbre más alta de América (y del mundo occidental) es el Aconcagua entre Argentina y Chile, de 6960 m.
21- Las costas americanas se extienden a lo largo de 104.200 Km. De esta distancia, 28.700 Km. corresponden a Sudamérica, dotada de costas menos accidentadas
Las raíces de la cultura
americana
La
continua presencia de europeos en América a partir de 1493, siempre reforzada
por la emigración ininterrumpida, hace que el Nuevo Mundo se convierta en una
frontera de Europa. Nótese que empleamos el término frontera con el preciso
significado que tiene en la historiografía norteamericana: espacio geográfico
en el que un pueblo en movimiento entra en contacto con otros de cultura muy
diferente a la de aquél. Frontera es, al mismo tiempo, el proceso de
interacción entre esos pueblos y sus respectivas culturas que, en mayor o en
menor medida, quedan influidas unas por otras. Como proceso temporal o
histórico que es, la frontera se inicia con el primer contacto entre los
pueblos que son sus protagonistas; se desarrolla a medida que la interacción
entre esos pueblos evoluciona; se intensifica y acaba por definirse en una
forma de convivencia relativamente estable; se concluye cuando una única
autoridad política se impone de forma duradera en la totalidad del espacio de
que se trate, y el otro u otros pueblos se someten, huyen o desaparecen. La
frontera que se acaba o cierra en su lugar se abre en otro si el pueblo que la
inició con su movimiento continúa desplazándose, hasta el instante en que ese
dinamismo cese. La emigración europea a América hace, pues, que aparezcan
sucesivamente una serie de fronteras en constante desplazamiento espacial; las
últimas permanecen aún vivas en nuestros días.
Pienso
que es por demás pertinente iniciar esta intervención con esta cita de
Guillermo Céspedes, pues en ella está condensado el meollo de la acción de
España en América, que da como resultado el nacimiento del mundo mestizo
americano. Más adelante, y para mejor comprender este concepto, el mismo
Céspedes dice que la frontera llegó a ser una forma de vida para los
cristianos: lugar donde se vuelcan los excedentes de población y se alivian las
presiones demográficas; oportunidad de saneados negocios sobre la base de
arrebatar al moro cualquier riqueza transportable o semoviente; espacio donde,
asumiendo ciertos riesgos, es posible obtener tierras de cultivo sin más que
apropiarse las que están abandonadas o se disputan al musulmán; escuela militar
y de promoción social, donde el guerrero afortunado puede corregir riquezas e
incluso ser premiado con blasonesy títulos nobiliarios. En la frontera vive y
triunfa el Cid Campeador, arquetipo del hombre que alcanza poder y riqueza con
sólo su esfuerzo, cumpliendo por añadidura su propio código moral de honradez y
lealtad. Nace allí, asimismo, otro poderoso mito popular: el de Santiago
matamoros, divino caballero que ayuda a los cristianos en todas las batallas
decisivas. En éstas surgen otros mitos de origen popular, como los de
reconquista y cruzada, que se convierten en fuerzas políticas y originan la
hegemonía social de sus respectivos agentes, la noblezay el clero.
Pero
los frutos de la frontera no se limitan a los cambios históricos y culturales,
sino que también se manifiestan en lo biológico y lo ecológico, provocando en
ambos casos verdaderas revoluciones. Para poder comprender este concepto en su
justa dimensión, es preciso mirar hacia atrás, hacia el Medioevo. América viene
al mundo, desde la óptica europea, en la época que corresponde al Renacimiento;
sin embargo, ha tenido una Edad Media hispánica, con las mismas características
que en la península: la del espíritu que le infunden sus pobladores. A este
respecto Claudio Sánchez Albornoz dice que
América fue descubierta, conquistada, colonizada, cristianizada y organizada como proyección de la singular Edad Media que padeció o gozó España... Fue el descubrimiento fruto de la apetencia castellana de extender el dominio de lafe cristianay de la soberanía de Castilla allende los mares en misteriosas tierras ignotas. Y fue la Conquista proyección de la singular Edad Media de Castilla, centrada en el tríptico que podríamos definir con tres infinitivos: luchar, rezar, avanzar; luchar para recuperar el solar de España; rezar para pedir a Dios auxilio en la batalla y para agradecerle la victoria, y avanzar colonizando con nuevos pobladores cristianos las tierras ganadas al Islam. Este tríptico preside al cabo nuestras gestas colonizadoras de este lado del mar. La Conquista -termina Sánchez Albornoz- no fue un paso de ballet; fue bárbara y brutal; pero no había libertad de opción...
La
evangelización
A
poco de haberse iniciado el proceso de conquista se empezaron a echar las bases
de la Iglesia americana. En el segundo viaje de Colón llegaba la primera
expedición misionera, pues
en
las instrucciones de los Reyes Católicos para el viaje (28 de mayo de 1493) se
encarga encarecidamente al Almirante 'traer a los moradores de las dichas islas
y Tierra Firme a que se conviertan a nuestra Santa Fe Católica, y para ayudar a
ello sus Altezas envían al docto padre Fray Boyl juntamente con otros
religiosos' que deberán catequizar con la ayuda de los mismos indios que habían
sido llevados a España por Colón. Tal encargo de los reyes respondía, no sólo a
un deseo temporal, sino al compromiso misional que habían asumido por la bula
Inter coetera de Alejandro VI. Compromiso que serviría para justificar la
empresa colonial.
La
creación del Obispado de Santo Domingo (1504) marca el inicio de esta
organización. Los nacientes obispados americanos tenían como modelo al de
Sevilla, a cuyo arzobispado estuvieron subordinados hasta 1544, año en que se
crearon los arzobispados de Santo Domingo, México y Lima. Casi a los cien años
de iniciado el proceso "habían 28 diócesis, divididas en vicariatos
que abarcaban las parroquias de españoles e indios
(doctrinas), y, finalmente, las mismas reducciones".
En
el Hemisferio sur el primer Obispo nombrado fue nominal, pues Hernando de Luque
murió antes de llegar al Perú. Por tanto, el primer Obispo fue Fray Vicente
Valverde, que fue nombrado Obispo del Cuzco; esta diócesis abarcaba desde Nueva
Granada hasta Chile. El Obispado de Lima fue inaugurado en 1541 con la llegada
del primer obispo, Fray Jerónimo de Loayza; cinco años más tarde fue elevado a
Arzobispado y de su control dependían León de Nicaragua, Panamá, Quito,
Popayán y el Cuzco. A fines del siglo XVI se habían creado las diócesis de
Asunción, Charcas, Santiago, La Imperial y Tucumán.
En el caso de la Audiencia de Charcas el proceso se inició con la creación del Obispado de La Plata. A principios del siglo XVII, el 4 de julio de 1605, el papa Paulo V desmembraba la diócesis de Charcas creando los obispados de La Paz y Santa Cruz de la Sierra. Estos tres obispados, que estaban bajo la jurisdicción de la Audiencia de Charcas, se convirtieron en sufragáneos de la metropolitana de Lima hasta que en 1609 se elevó a Arzobispado la silla de Charcas, a cuyo distrito metropolitano pasaron a depender, así como los de Asunción del Paraguay y Tucumán. La creación de los obispados de Santa Cruz de la Sierra y de La Paz "venía a establecer las tres bases de sustentación organizativa que la Iglesia tendría en Charcas durante más de 300 años".
Los
protagonistas
El
Padre José de Acosta -un notable jesuita de la primera época, que fue asesor
del Concilio Provincial de Lima (1582-83)- escribió un libro titulado Predicación
del Evangelio en las Indias en el que aborda el tema del discurso
evangelizador en América. De acuerdo a este protagonista "se debía
anunciar a Cristo para que se salve el que crea en Él. El fin del mandamiento
de Dios era nacido del corazón puro y de buena conciencia y fe no fingida. Para
Acosta ésta es la síntesis de toda la doctrina cristiana. Todo se resumía en
este núcleo. Cualquier otra explicación de doctrina debía salir de ahí y ser
sólo ampliación de esas verdades. El misionero de indios debe hablar de Jesús y
enseñar la caridad".
Una
valoración global de la actuación de los protagonistas del proceso
evangelizador -tanto el sacerdote como el fraile- nos da un saldo enormemente
positivo. El trabajo era inmenso, totalmente desproporcionado al número de
operarios; debía ser desarrollado en circunstancias muy difíciles, muchas veces
peligrosas, que atentaban contra sus vidas, y debían inventarse nuevos métodos
de evangelización. El ya mencionado P. José de Acosta dice que los
evangelizadores de indios debían ser los mejores. Y no podía ser de otra forma,
pues el misionero no sólo fue predicador y administrador de los sacramentos,
sino que también fue "organizador social, artista, constructor, técnico en
diversos campos, ganadero, agricultor, comerciante, empresario, maestro,
enfermero y médico, organizador de defensas y de los ejércitos, imprentero,
músico, escritor, cartógrafo, botánico y tantas cosas más, según lo requiera su
función de responsable de la evangelización".
Es
muy corriente pensar que los protagonistas de la evangelización son personas
-básicamente hombres- identificados con la Iglesia; es decir, la jerarquía y el
clero secular y regular. Si bien es cierto que fue sobre ellos que recayó
la mayor parte de la responsabilidad evangelizadora, observando más atentamente
-dice el P. Villegas- se advierte una cantidad de personas participando y
colaborando (además de los sacerdotes). Por ejemplo, la madre y la esposa en el
seno de la familia; el ermitaño; el cofrade; el indio cristiano; aquel miembro
de la Iglesia que hace caridad; el maestro y profesor de universidad; la
religiosa; el artista que construye el retablo de la iglesia, en fin, tantas
personas...".
En
definitiva, lo que aquí se está planteando, como también lo hiciera el P.
Gabriel Guarda en un bello libro, es la participación del laico en la
evangelización americana.
Así, pues la labor de los misioneros va más allá de la simple evangelización: se convirtieron desde el primer momento en el principal vehículo de aculturación y su acción dejó una obra de inmenso valor: la cultura americana.
La
cultura americana
España
trajo a América, a través de la espada y de la cruz, la cultura europea, que es
producto de la cultura grecolatina que se cristianiza y que toma elementos de
cada región del Viejo Mundo. Los conquistadores, por tanto, ya sean civiles o
clérigos, son portadores de la cultura europea, pero a través de la óptica
hispana. Esta cultura, como ya se ha visto, llega a América en pleno
Renacimiento, pero preñada de las ideas y del espíritu de la Edad Media
hispana. La cultura hispánica llega a tierras americanas en son de conquista:
de acuerdo al derecho internacional de la época, llega munida de unos
"justos títulos" que la convierten ante los ojos del mundo -los ojos
de Europa, el continente hegemónico- en dueña y señora.
Pero
resulta que la nueva tierra adquirida -que no es nada menos que un inmenso
continente- está poblada por una enorme diversidad de pueblos, entre los que se
cuentan una bien estructurada confederación al Norte, a cuya cabeza está
la fabulosa ciudad de Tenochtitlán; un inmenso imperio al Sur, que ha
conseguido el pueblo quechua en base a la fuerza; pueblos en la costa, en la
selva, en los altiplanos.
Por
otra parte, geográficamente se presenta como un continente doble y aislado, en
el que la geografía europea es como un ingenuo juego de niños: estremecido por
las alturas de una cadena montañosa que la recorre de Norte a Sur, a lo largo
de la costa del Pacífico, donde se alcanzan alturas que oscilan entre los 5.000
y 6.000 metros; asimismo, enormes planicies y nieves eternas; mientras hacia el
Este se dan las inmensas e inacabables llanuras que están cruzadas por
caudalosos ríos.
Para
poder llevar adelante su cometido el conquistador usa la fuerza, pero para
poder sobrevivir en este nuevo medio, absolutamente desconocido y hostil, va a
tener que recurrir a las culturas de los pueblos con los que se enfrenta. Por
tanto, en cierta forma este conquistador que impone por la fuerza su cultura,
con todo lo que esto trae consigo, resulta siendo "conquistado",
dando así lugar a un proceso de aculturación, tal vez el más grande de la
historia de la humanidad.
El
clero fue, sin lugar a dudas, quien contribuyó más eficazmente que cualquier
otro elemento social a transmitir a los indígenas la civilización occidental, a
integrar a la población india a la cultura europea. Esta integración tal vez
hubiera sido más fácil si una parte de la elite india no hubiera sido eliminada
durante el período de conquista. Sin embargo, aunque se da un proceso de
influencia cultural mutua entre la cultura conquistadora y las conquistadas,
hay que reconocer que éstas pasaron a segundo plano, en razón de la
superioridad técnica europea. En pocos decenios España trasplanta a América la
cultura que Europa había adquirido en siglos, y esta cultura penetró en América
sobre todo gracias a la acción de la Iglesia.
Tal
vez el primer elemento que trajeron los españoles fue su lengua. Se trata
indudablemente de un instrumento de conquista: si el soldado quiere conquistar
y el misionero evangelizar tienen necesariamente que poder comunicarse con el pueblo
sometido. El primer choque debió ser de una enorme violencia, y aquí no se hace
referencia a la violencia física, sino más bien a la psicológica: la
incapacidad de comunicación por ambas partes. Mientras que los soldados
impusieron su propia lengua y esperaron, para una comunicación más fluida, que
los indios la adquirieran, los misioneros no sólo aprendieron las lenguas
indígenas sino que las sometieron a la filología y gramática que traían.
Por
la acción de unos y otros -conquistadores y misioneros- empezó a gestarse lo
que andando el tiempo será el castellano americano. En un primer momento esta
mestización surgirá como una necesidad de sobrevivencia: el español peninsular
tuvo que incorporar palabras indígenas para poder nombrar cosas desconocidas en
la España natal: huracán, canoa, chocolate, cacique, maíz, tabaco... América,
por tanto, enriquece la lengua vernácula española.12 Por la
acción del misionero, y en muchos casos a pesar del conquistador, se conservó
una buena parte de las lenguas indígenas, que a lo largo del tiempo seguirán
enriqueciendo el español, no sólo con nuevas palabras y giros, sino también con
nuevos tonos.
La
lengua del conquistador tenía, además, otra gran ventaja para enseñorearse: la
escritura, que además contaba con el reciente descubrimiento de la imprenta.
Ésta se mostró más adecuada que los ideogramas aztecas y los quipus incas; las
cifras arábigas más útiles que los sistemas de cálculo maya.
Los
elementos de la cultura europea se fueron imponiendo en la medida en que se
presentaban nuevas necesidades. Si bien es cierto que en un primer momento la
tecnología europea se impone sobre la indígena, en la medida en que el indio y
el mestizo van adquiriendo experiencia y fuerza (en definitiva, en la medida
que se han aculturado) van introduciendo elementos propios de sus respectivas
culturas y, sobre todo, su estética. Así, por ejemplo, el arte del
Renacimiento, que utiliza la bóveda (que es una novedad en América, con
excepción de los mayas y aymaras), sustituyó con ventaja la arquitectura
indígena que tenía escasos espacios cerrados amplios; en cambio resulta
magistral en el dominio de los espacios abiertos.
Sin
embargo, la necesidad de una evangelización masiva va a llevar a
"desempolvar" el uso del atrio y a crear otros espacios que resultan
totalmente americanos: las capillas posas y las capillas abiertas. Además, poco
a poco el indio pasa de ser simple mano de obra a artesano, a artista:
introduce elementos que le son propios, creando lo que se ha dado en llamar el
estilo mestizo.
Otro
tanto ocurre con la pintura, la escultura, la música, el teatro, elementos que
el misionero utilizó hábilmente como vehículos de evangelización y que pronto
adquirieron carta de ciudadanía americana. De éstos, tal vez el elemento menos
conocido en nuestro medio sea la música, que resulta uno de los más llamativos
en las misiones jesuíticas. Se trata de un elemento esencialmente alegre, lo
que se refleja en todos los elementos empleados.
Los
templos -dice José de la Sota, al referirse a Chiquitos- son casas de Dios,
luminosos y bellos, y sus entradas porta coeli, las puertas del cielo. La
pasión y la muerte de Cristo pasan a un segundo plano más metafísico del que
apenas se tienen referencias; el Vía Crucis es sustituido por angelotes amables
y risueños y la pintura y escultura que adorna los templos son santos y
vírgenes, no representación escénica de hechos o ideas. En este plano la música
juega un papel fundamental, es la manifestación de la Gloria Dei, es David
cantando y bailando, y son los salmos, frente a la cantata o la misa, su mayor
expresión.
No
cabe duda que en el proceso de creación de la cultura americana hay violencia,
tanto física como psicológica, como ya se ha dicho,. Pero también es necesario
decir que este proceso tiene dos vertientes que son simultáneas y se
entrelazan: la biológica y la cultural. No se pueden ignorar estas dos
dimensiones si se quiere llegar a una comprensión real de lo americano. Lo
biológico no sólo se determina por el cruce entre el conquistador y el colonizador
y las indias americanas, sino en el lento y penoso proceso de adaptación del
indio a las enfermedades que trajo consigo el conquistador y para las cuales no
estaba preparado.
Casi
todos los conquistadores tuvieron hijos mestizos mediante amancebamiento con
las indias: Cortés, Alvarado, Pizarro, Martínez de Irala, Almagro, fueron
padres de hijos mestizos. De éstos muchos adquirieron celebridad: Martín
Cortés, Garcilaso Inca, Inca Tito Cusi Yupanqui, Blas Valera, Diego de Almagro
el Joven, Lucas Fernández de Piedrahita..., son mestizos que ya calaron más
hondamente América, redescubriéndola. Son los primeros mestizos que sienten
orgullo de serlo. Al menos Garcilaso, que habla así: "A los hijos de
español y de india o de indio y española nos llaman mestizos, por decir que
somos mezclados de ambas naciones; fue impuesto por los primeros españoles que
tuvieron hijos en indias y por ser nombre impuesto por nuestros padres y por su
significación me lo llamo yo a boca llena y me honro en él".
La
cultura americana arranca de las profundidades de la Edad Media hispánica y se
gesta en el Renacimiento y el Barroco que fueron traídos por los
conquistadores; la cultura americana nace bajo el signo del cristianismo, que
desde los inicios está presente en este largo y penoso proceso de conquista y
colonización; la cultura americana, por otra parte, tiene un componente indio
-el otro gran protagonista del proceso- que participa activamente, aunque sea
el conquistado; el proceso de la cultura americana, finalmente, va acompañado
de un proceso biológico, al que está indisolublemente unido. Sin estos
componentes no se puede entender en su justa dimensión lo americano.
La cultura americana no es europea ni india: es mestiza, es una nueva manifestación que hunde sus raíces en Europa y América. Tal vez uno de los mayores dramas que sufre nuestro continente es asumir plenamente esta realidad, nuestra condición de mestizos, que es donde precisamente radica nuestra singularidad, nuestra fuerza. En 1970 el mexicano Carlos Fuentes escribió una bella obra de teatro que sugestivamente tituló Todos los gatos son pardos. En una forma poética y realista el autor relata el choque entre dos mundos a través de dos de sus principales protagonistas, Cortés y Moctezuma. La obra se cierra con un parlamento de Marina, la Malinche, la india que fue dada a Cortés y se convirtió en su amante. Cuando está dando a luz grita: "...adorado hijo mío, sal ya... cae sobre la tierra que no es mía ni de tu padre sino tuya... Tú, mi hijo, serás mi triunfo: el triunfo de la mujer...".16 Para Fuentes América es la mujer, el ser capaz de engendrar y dar a luz la vida; el ser mestizo que da a luz -no importa si fruto de la violación o no- es su triunfo, porque es un ser nuevo que heredará la tierra que fue hollada por su padre y era posesión de su madre.
Sitios que se consideran
Patrimonio de la Humanidad y que se localizan en América
Los sitios declarados patrimonio de la
humanidad por la Unesco están en riesgo. Y el cambio climático es uno de los
culpables. "Tenemos que entender mejor, vigilar y abordar las
amenazas del cambio climático a los sitios del patrimonio mundial",
aseguró Mechtild Rössler, director del Centro del Patrimonio Mundial de la
Unesco y América Latina no escapa
al peligro.
En la región, existen 6 sitios entre naturales y culturales que sufren los efectos del cambio climático. Este número se desprende del estudio global "Patrimonio Mundial y Turismo en un clima cambiante" elaborado por la Unesco, el Programa Medioambiental de Naciones Unidas (UNEP), y la Unión de Científicos Preocupados (UCS).
1. Cartagena, Colombia
ENTE DE LA IMAGEN,
La aquitectura de Cartagena de
Indias está en riesgo por el cambio climático.
Luego de 500 años de la llegada de los primeros españoles sobre
estas tierras, la ciudad disfruta del boom turístico que
genera empleos y revitalización económica.
Sin embargo, el rápido
aumento del nivel del mar e inundaciones costeras, están poniendo estos
históricos desarrollos en situación de riesgo.
También una mayor intensidad de las tormentas amenaza varios
barrios pobres costeros, según señala el informe.
Planes de
desarrollos para paliar y prevenir situaciones con el propósito de frenar el
impacto del cambio climático se están llevando a cabo en los edificios
históricos y monumentos.
2. Coro y su puerto,
Venezuela
Con sus construcciones, la ciudad de Coro es el único ejemplo actual de la fusión de técnicas y estilos autóctonos, mudéjares españoles y holandeses.
Fundada en 1577, fue una de las primeras ciudades coloniales de América
y posee unos 600 edificios históricos, según describe la Unesco.
El cambio climático hace peligrar
los centenarios edificios de la ciudad venezolana de Coro.
Coro fue puesto en
la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro en 2005 como
resultado de los daños significativos sufridos por las inusuales e intensas lluvias y tormentas de 2004 y
2005.
América Central y la región del Caribe fueron identificadas como uno de las partes tropicales del mundo más sensible al cambio climático ya que registró un marcado aumento de los fenómenos meteorológicos extremos incluyendo sequías, tormentas e inundaciones en los últimos 30 años, agrega el estudio.
3. Islas Galápagos, Ecuador
La riqueza que compone este conjunto de islas inspiró al naturista
inglés Charles Darwin a desarrollar su teoría de la evolución por selección
natural.
Las tortugas
gigantes son una de las principales atracciones de las Islas Galápagos.
Las principales amenazas para la
biodiversidad de las Islas Galápagos en las últimas décadas fueron el turismo y el crecimiento de la
población, la introducción de especies exóticas e invasoras, y la pesca ilegal.
Ahora hay que agregarle el cambio climático.
El aumento del nivel del mar, calentamiento
de los océanos y la atmósfera, acidificación de los océanos y los cambios en
las precipitaciones y eventos extremos, pueden tener negativas consecuencias
para los ecosistemas de las islas.
Según el informe, el factor clave será ver
cómo el fenómeno climático de El Niño y otros eventos cíclicos se manifiesten
en medio del calentamiento global y cómo las corrientes del océano responden.
"Las conclusiones del informe ponen de relieve que alcanzar el objetivo de limitar el aumento global de la temperatura a un nivel muy por debajo de 2 grados centígrados establecido en el Acuerdo de París es de vital importancia para la protección de nuestro patrimonio mundial, para las generaciones actuales y futuras", agrega Rössler.
4. Parque Nacional Huascarán, Perú
Las reservas de
agua podrían no alcanzar para la población que habita cerca del Parque Nacional
Huascarán, en Perú.
En sus profundas quebradas, con lagos
glaciares y abundante y variada vegetación, viven especies animales como el oso
de anteojos y el cóndor andino.
Los recientes cambios en el clima han marcado
grandes impactos en la región provocando la reducción del tamaño de los glaciares, mientras que muchos han
desaparecido.
Esto causa preocupación sobre la disponibilidad del agua para satisfacer la creciente población. Además, el derretimiento de los glaciares expone roca rica en metales pesados, como plomo, arsénico y cadmio, metales tóxicos que terminan en los ríos y que afectan a la calidad del agua y del suelo.
5. Reserva de Mata Atlántica del Sureste, Brasil
La suba del
nivel del mar y el clima extremo se convirtieron en una amenaza para la mata
atlántica.
El desarrollo urbano, la explotación de la tierra, la tala de árboles ilegal son
los principales factores que dañan ese ecosistema.
El cambio climático, traducido en el aumento
de los niveles del mar y los extremos en el clima, recientemente también se
transformaron en una amenaza provocando
inundaciones, deslizamientos de tierra y causando la degradación del hábitat y pérdidas.
6. Isla de Pascua, Chile
Los
descubrimientos arqueológicos corren peligro por el cambio climático.
Según el informe, el impacto del cambio
climático en Rapa Nui se proyecta sobre la escasez de agua por la reducción de lluvias, la suba del nivel del
mar, las inundaciones y la erosión de la costa en donde se
encuentran gran concentración de atracciones arqueológicas.
"Algunas
estatuas de Isla de Pascua están en riesgo de perderse en el mar debido a la
erosión costera", señala Adam Markham, autor principal del
informe y director adjunto del Programa de Clima y Energía de UCS.
"El cambio climático podría llegar incluso a que algunos sitios pierdan su condición del patrimonio mundial".
Grandes Civilizaciones
de América
Los Mayas
La mayor parte de la civilizaciones americanas se mantuvieron
separadas entre si, siendo escasos las relaciones y los intercambios
recíprocos. Esto permitió que algunas religiones existieran grandes culturas
con construcciones de grandes ciudades, desarrollo de la agricultura,
actividades artesanales, organización política y social, y con religiones que
presentaban una multitud de divinidades. En otras regiones, los hombres vivían
en estadios culturales menos desarrollados inclusive algunos pueblos en
salvajismo primitivo.
Áreas culturales
Las grandes culturas precolombinas se encontraban ubicadas en tres
zonas:
-Mesoamérica: comprende parte de México, Guatemala,
Honduras y parte de Nicaragua.
-Area Circuncaribe: con centro en el mar
Caribe, comprende las Antillas, los países meridionales de América central y
las costas atlánticas de Colombia y Venezuela. Hacia el sur, los límites pasan
por las Guayanas, siendo impreciso hacia el interior.
-Area Andina: se extiende a lo largo de la zona
de los Andes, integrada por el sur de Venezuela, Ecuador, Perú, oeste de
Bolivia, noroeste de Argentina y norte y centro de Chile.
LOS MAYAS
Los mayas fueron una cultura del área mesoamericana, cuyos rasgos
destacados son la escritura jeroglífica, el calendario, las pinturas murales,
las cerámicas, el estilo arquitectónico, entre otros. Desarrollaron una
importante cultura intelectual y por eso se los llama “los griegos de América”
Ubicación témporo-espacial
La cultura maya se ubica en tres períodos: Preclásico entre el
3000 a.C. y el 300 d.C., Clásico, entre el 300 y el 900 d.C. y el Posclásico,
entre el 900y 1546 d.C.
Se instalaron en Mesoamérica, alrededor del 3000 ac., en las tierras altas de Guatemala, luego en las tierras bajas de Guatemala y Chiapas en México. Las ciudades más importantes del período clásico fueron Uaxactún y Tikal (aproximadamente en el 1800 a.C.). En la etapa posclásica, se destacaron las ciudades de Chichén ltzá, Mayapan o Uxamal, en la península de Yucatán.
Organización social
La sociedad maya estaba integrada por diferentes clases sociales:
los nobles, los sacerdotes, el pueblo y los esclavos.
Los nobles, ¡os que tenían “padre y madre”, era el grupo destacado
de la sociedad cuyos privilegios se transmitían por herencia. Entre ellos se
elegía el jefe de cada clan familiar y los jefes locales. Los españoles los
llamaron “caciques”.
Los sacerdotes eran los más destacados por gozar de mayor
prestigio. Tenían funciones destacadas en el gobierno y en la cultura como
presidir ceremonias religiosas, sacrificios, dominio del calendario,
conocimientos de los ciclos de la agricultura. Eran historiadores, astrónomos,
matemáticos.
El nombre genérico de sacerdote era akkin. Los
adivinos o chilanes eran particularmente estimados por el
pueblo, en cambio el nacom o sacrificador estaba mal
conceptuado. El pueblo conformaba la mayor parte de la sociedad. Suministraban
la mano de obra para los trabajos agrícolas, tejeduría, pesca, caza y
edificaciones. Fueron uno de los pueblos más laboriosos de América
precolombina.
Los esclavos formaban la última clase social. Eran prisioneros de
guerra o delincuentes Se compraban o vendían como mercancía. El infractor de la
ley podía obtener su libertad cuando pagaba por su delito. La familia maya era
monogámica, o sea, no podían tener más de un esposo o esposa a la vez.
Organización política
Los mayas comprendían políticamente un número de ciudades-estados,
gobernada por una ciudad, a la manera de las antigua Grecia (polis ateniense o
espartana). Cada estado estaba gobernado por un halach uinic ,“verdadero
hombre” cuyo cargo hereditario. Sus funciones eran dirigir la política interior
y exterior, percibir impuestos y cumplir con funciones militares y ¡osas. Era
asesorado por jefes locales, regionales, sacerdotes y consejeros especiales.
El batab era un jefe local encargado de asegurar la marcha
correcta de su villa, dirigir a sus soldados y encargarse de los asuntos
locales. No percibía impuestos, a pesar de representar al halach uinic. Las
funciones menores eran los tupiles, encargados de hacer respetar la
ley. El jefe militar era el nacom, elegido por un periodo de
tres años.
Organización Económica
La base de la economía maya era la agricultura. El trabajo de la
tierra se efectuaba con el sistema de roza, que consistía en quemar sectores de
campo o bosques, y sin abono alguno, sembraban en agujeros abiertos con un palo
puntiagudo. Periódicamente quitaban las malezas, hasta la pérdida de la
fertilidad del suelo, por lo que abandonaban el lugar y buscaban otro. Esto
incidió en que las ciudades estuvieran muy dispersas. Debido a la necesidad de
agua, se ubicaron cerca de lagos o ríos o construyeron “cenotes”, depósitos de
aguas subterránea de considerable profundidad. Cultivaban principalmente el
maíz, así como tabaco, zapallo, algodón, tomate, cacao, tubérculos, mandioca,
copal....
Religión
Eran politeístas. Sus principales dioses se vinculaban con la agricultura y al
tiempo, como el dios de la lluvia, el maíz, etcétera. Poseían un ritual
complejo: oraciones, ayunos, sacrificios humanos. Concebían al hombre como
dependiente de los dioses que dominaban al mundo. El creador del mundo era
Hunab y se creía que su hijo ltzamná, señor de los cielos, de la noche y del
día, había otorgado a los mayas la escritura, los códices y quizás el
calendario. Se lo invocaba en las ceremonias propiciatorias del nuevo año, para
evitar desastres.
Cultura
La cultura maya ha creado algunas de las obras más notables de
todos los tiempos. La arquitectura es principalmente religiosa, donde los
edificios se agrupan para formar un centro consagrado al culto. Los centros más
importantes fueron Copan, Tikal, Piedras Negras, Chichen ltzá, Uxmal y Mayapán.
Se distinguen dos tipos de edificios: templos y palacios.
Los templos estaban construidos en la cumbre de una pirámide con una o cuatro
escaleras. Los palacios estaban en plataformas más bajas. Se cree que eran
residencias de los sacerdotes.
Destacamos” El Palacio del Gobernador” en Uxmal y “La Torre de
Caracol” en Chichen ltzá. Los edificios estaban adornados con bajo y
altorrelieve, esculturas, pinturas, frisos. Los artistas utilizaban el tallado
de la piedra y la madera, siendo el jade el material precioso de importancia
para ellos.
En pintura realizaron obras murales (frescos) que no perduraron
debido al clima cálido de su región.
El calendario maya es la expresión de la importancia que los mayas
dieron al tiempo, no sólo como ordenador de los acontecimientos sino como
fenómeno sobrenatural que regía la creación. Poseían tres calendarios: el
solar, el venusino y el litúrgico. El solar estaba conformado por 365 días
divididos en meses compuestos por 20 o 18 días más uno de 5 días que era
utilizado para las fiestas de fin de año. El venusino era utilizado por los
sacerdotes, que estudiaban la posición del planeta Venus.
El litúrgico estaba compuesto por 260 días, de las cuales cada día
tenía un nombre diferente. La escritura era utilizada en tiras de papel
fabricadas con cortezas de árboles, llamadas códices. Sobre los mismos, los
escribas desarrollaron la escritura jeroglífica: figuras y símbolos coloreados
con pinturas vegetales, que aún no se han podido descifrar. La mayoría de los códices
fueron destruidos por los españoles.
Tenían un libro sagrado llamado “Popol Vuh”, el libro de los
tiempos y de los acontecimientos, que se ha traducido al castellano. Relata la
creación del mundo y del hombre y nombra la principal deidad de la cultura
“Kukulkau”
En matemáticas alcanzaron un verdadero desarrollo: se basaban en
el sistema vigesimal. Para la numeración escrita emplearon puntos, que valían 1
y rayas, que valían desde 5 hasta el 19. El cero fue utilizado por ellos.
La actual población maya se eleva a dos millones, de los cuales
hay un millón cuatrocientos en Guatemala. Sus reclamos son continuos: basta de
opresión, pobreza, marginación, discriminación y desamparo
La indígena Rigoberta Menchú recibió en 1992 el
premio Nóbel de la Paz, por su ardua lucha por la defensa de los derechos de
los indígenas
Los Aztecas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Los pueblos que habitaban América antes
de la conquista europea tenían diversas formas de organización económica,
social y política. Algunos habían desarrollado sociedades
urbanas y otros sólo practicaron una agricultura simple o eran cazadores y
recolectores. Los aztecas y mayas, en la región mesoamericana, y los incas, en
la andina, desarrollaron sociedades urbanas. En estas sociedades, la construcción de complejas
obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas habían favorecido el
crecimiento constante de la producción agrícola y de la población. Se habían desarrollado las ciudades y la
organización social estaba fuertemente jerarquizado.
Entre los aztecas y los incas, como entre los mayas, los guerreros y los
sacerdotes conformaban el grupo privilegiado y ejercían el gobierno. La mayoría de la población, compuesta por campesinos
y trabajadores urbanos, debía entregar fuertes tributos en productos y trabajo. Estas sociedades estaban organizadas y gobernadas
por fuertes Estados teocráticos, llamados así porque toda la autoridad residía
en los sacerdotes y porque el jefe del Estado era considerado como un dios. Por esto, las primeras ciudades se organizaron
alrededor del centro ceremonial o templo. Los templos eran edificios que tenían funciones
religiosas y también económicas, dado que almacenaban y distribuían los
productos tributados por los campesinos.
A la llegada de los españoles, las
únicas sociedades urbanas que existían en América eran la azteca y la inca; la
cultura maya había desaparecido en el siglo XI d.C.
La mayoría de los pobladores de América
vivían de una agricultura simple, de la caza y de la pesca de animales y de la
recolección de frutos. Muchos de estos pueblos eran nómadas y
prácticamente no existía la división del trabajo. Estaban distribuidos a lo largo de todo el
continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
La organización jerárquica de la
sociedad. Las sociedades azteca e inca fueron sociedades
urbanas que tuvieron una organización económica, políticas social del mismo
tipo que las sociedades .urbanas que existieron en el Cercano Oriente desde el
3000 a. C. Los americanos también desarrollaron sistemas de escritura y de
numeración; la religión fue la manifestación espiritual más importante y regía
la mayor parte de los actos de la vida cotidiana de la población; y el arte
alcanzó una elaborada complejidad.
Luego de recorrer
diversos lugares finalmente se asentaron en el siglo XIV en el valle de México.
Allí fundaron una ciudad llamada Tenochtitlán ubicada en el lago Texcoco. Como
se encontraron con otros pueblos lucharon por la obtención de las mejores
tierras de la región. A partir de su asentamiento fueron dominando toda la
región, sometiendo a muchas ciudades, las cuales debían brindar tributos.
El imperio azteca.
Los aztecas, luego de haber recorrido
diversos lugares, se establecieron definitivamente, a principios del siglo XIV
d C., en el valle de México. Allí fundaron su ciudad capital llamada
Tenochtitlán, ubicada en la zona del lago Texcoco. En ese lugar se encontraron con otros pueblos y con
ellos lucharon por la obtención de las mejores tierras y por el control político
de la región. A los pocos años dominaron a todos sus
vecinos y establecieron un imperio que impuso su predominio en toda la zona. La expansión azteca se basaba principalmente en el
poderío de su ejército. Muchas de las ciudades conquistadas, a
pesar de tener que entregarles tributo a los aztecas, conservaban sus propias
autoridades. Las rebeliones de los pueblos sometidos fueron frecuentes y muchos
de ellos al producirse la llegada de los españoles, se
aliaron con éstos para derrotar a los aztecas. La ciudad de Tenochtitlán. Estaba construida sobre las aguas del lago Texcoco. La comunicación dentro de la ciudad se realizaba
mediante calzadas canales. Su población era muy numerosa. Se calcula en 300.000 personas aproximadamente. En el centro de la ciudad se encontraban 78
edificios, entre los que se hallaban el templo, una cancha de pelota, los
palacios de los señores y abundantes jardines y huertas.
Organización economice y grupos
sociales:
La agricultura fue la base de la
economía azteca, y el maíz, la calabaza y el poroto, los cultivos más
importantes. El comercio también era una actividad muy extendida. Intercambiaban productos con pueblos de diferentes
regiones. Los comerciantes llegaban hasta lugares lejanos con
artículos de mucho valor y de poco peso, como el cacao, gemas, algodón o
preciosas plumas. En la sociedad azteca se distinguían claramente dos grupos
sociales.
Los pilli o nobles formaban el grupo
privilegiado. Eran los sacerdotes, los guerreros y los
funcionarios de gobierno. Poseían la propiedad de la mayoría de
las tierras, no pagaban ningún tipo de tributo y controlaban el Estado. A este grupo pertenecía el emperador o Tlatoani.
Los macehuales o trabajadores comunes
constituían la mayor parte de la población y formaban el grupo de los no
privilegiados. Eran los campesinos, los comerciantes y
los artesanos de las ciudades. Debían entregar tributos al Estado en
alimentos y trabajo. La entrega de una parte de lo que
producían aseguraba la alimentación de los sacerdotes, funcionarios y el
emperador. Tenían la obligación de trabajar en la construcción
de edificios y templos pertenecientes a la nobleza. En esta sociedad también
había esclavos que en su mayoría eran prisioneros de guerra.
La agricultura azteca. La geografía determinó las técnicas agrícolas que
debían utilizar. El regadío y las terrazas estaban muy extendidos. Pero la técnica de las chinampas era las más
utilizada. Éstas eran balsas de tierra que flotaban en los
lagos y sobre las cuales se cultivaba.
La actividad de los comerciantes no sólo
tenía valor económico sino también importancia estratégica, ya que actuaban
como espías del estado. El colorido y la variedad de producto
eran característicos de los mercados
El Estado azteca
El Estado azteca fue teocrático porque
el emperador era considerado de origen divino, y los sacerdotes tenían a su
cargo numerosas funciones de gobierno. Eran los responsables de la preparación de las
ceremonias religiosas y de los juegos rituales. Aunque en muchos ritos como en el juego de la pelota
sólo podían participar los nobles, los nacimientos, los matrimonios y los
entierros eran ceremonias obligatorias para toda la población. Los sacerdotes eran también los encargados de
controlar el cumplimiento de las normas y de hacer justicia. Las leyes del Estado azteca eran muy severas y los
castigos variaban según el delito y el infractor.
Funcionarios que dependían directamente
del emperador controlaban y centralizaban el almacenamiento de los productos
recaudados en concepto de tributos y, en épocas de malas cosechas o de guerras,
distribuían entre la población una parte de los bienes almacenados. Los tributos que entregaban la población y los
pueblos vencidos en las guerras de conquista, proporcionaban al emperador y a
los miembros del grupo privilegiado los alimentos y los artículos necesarios
para la vida.
El Estado azteca tuvo una importante
fuerza militar con la que logró una gran expansión territorial. La máxima extensión de los dominios se produjo en
tiempos de Moctezuma, el emperador azteca hasta la llegada de los
españoles.
Entre los aztecas los sacerdotes eran
los dueños del conocimiento conservado en códices. Conocían la astronomía, la
medicina y la escritura. La mayoría de la población no tenía acceso a los
saberes.
Practicaban seguidamente la guerra de
conquista, ya que de esta manera conseguían nuevos territorios y poblaciones
que brindaban tributos. A la capital del imperio entraban anualmente dos
millones de mantas de algodón, objetos de lujo y alimentos. Una carga con 20
mantas permitía vivir a un hombre durante más de un año.
Quetzacoátl, la serpiente emplumada era
uno de los dioses principales de los aztecas. La religión formaba parte de cada
momento de la vida de este pueblo, las conquistas la hacían en nombre de estos
dioses y en su nombre también realizaban sacrifios humanos. Con ellos
alimentaban a los dioses con la sangre humana.
La infracción a las leyes estaban
castigada con penas muy duras. A los traidores , homicidas y violadores se los
castigaba con la pena de muerte.
PRESAGIOS Y PROFECÍAS DE LA DERROTA
INDÍGENA
La llegada de los europeos a
América fue anticipada por presagios y profecías de origen azteca e inca. De los aztecas han llegado hasta nosotros fragmentos
escritos. En el caso de los incas, que no tenían escritura,
las noticias provienen de la tradición oral indígena y de los testimonios que
dejaron los cronistas de la época.
Los presagios aztecas anunciaban que el
retorno del dios Quetzalcoátl se produciría al final del reinado de Moctezuma y
lo haría bajo la forma de un hombre blanco. Antes de su llegada -afirmaban- ocurrirían una serie
de fenómenos naturales y catástrofes. Los testimonios así lo enunciaban:
"De aquí a muy pocos años nuestras
ciudades serán destruidas y asoladas, nosotros y nuestros hijos
muertos..."
Y prevenían al emperador:
"perderéis todas las guerras que
comiences y otros hombres con las armas se harán dueños de estas
tierras..."
Las profecías comenzaron a cumplirse a
los tres años de la ascensión de Moctezuma al trono. En 1510 se sucedieron un eclipse de Sol y la
aparición de un cometa. Al poco tiempo Hernán Cortés desembarcó
en las costas de México... y no pasó mucho tiempo hasta que los indígenas
tomaron conciencia de que no era precisamente el dios que aguardaban.
En el imperio de los incas la llegada de
los españoles también fue precedida por presagios y profecías. Se anunciaban fenómenos naturales: rayos, cometas y
cambios en el color del Sol y la Luna. El cronista Garcilaso de la Vega cuenta al respecto:
"Hubo grandes terremotos y
temblores de tierra (a poco de arribar los españoles) que, aunque en el Perú
son frecuentes, notaron que los temblores eran mayores que los ordinarios, y
que caían muchos cerros altos."
Los incas esperaban también el retorno
de un dios salvador, Viracocha. Por ello cuando tuvieron noticias de la
llegada de Pizarro, muchos creyeron que era la esperada divinidad:
"Quién puede ser sino Viracocha...
era de barba negra y otros que lo acompañaban de barbas negras y
bermejas".
Pero los españoles pronto disiparon la
ilusión de los incas, según lo afirmaba un cronista de origen indígena:
"Pensábamos que era gente grata y
enviados de Viracocha, pero paréceme que ha salido al revés, hermanos, que
estos que entraron a nuestras tierras no son hijos de dios sino del
demonio."
LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS
ESPAÑOLES
Los primeros asentamientos españoles se
ubicaron en las islas Antillas. Desde la ciudad de Santo Domingo en la
isla que Cristóbal Colón llamó La Española -actual territorio de Santo Domingo
y Haití-, se organizaron la primera recolección de oro americano y la conquista
de las islas adyacentes y del continente.
Entre 1492 y 1520, los españoles no
obtuvieron de los territorios conquistados las riquezas esperadas -especias y
grandes cantidades de oro sino sólo perlas, algo de azúcar y una escasa
cantidad de oro. Pero el oro que los españoles
encontraron en las Antillas era de aluvión: pepitas arrastradas por los cursos
de los ríos desde algún yacimiento superficial y poco abundante. Los aborígenes fueron obligados a recolectar el
metal precioso. Los indígenas antillanos no opusieron
resistencia armada a los conquistadores, pero en pocos años casi todos ellos
desaparecieron. Un gran número de estos indígenas
murieron a causa de las enfermedades transmitidas por los europeos. Además, la dominación a que se los sometió, provocó
en muchos de ellos el deseo de no tener hijos, con lo que disminuyó
drásticamente el índice de natalidad.
A partir de 1510, La Española perdió
importancia y Santiago de Cuba se transformó en el centro de las operaciones
coloniales españolas. Desde allí, en febrero de 1519, partió
Hernán Cortés, al mando de 11 naves y 600 hombres, con destino a la tierra
firme del continente, a la búsqueda de las fabulosas riquezas en oro mencionadas
por los indígenas.
LA CONQUISTA DE MÉXICO:
Las armas de fuego y los caballos que
usaban los hombres de Cortés atemorizaron a las primeras tribus con las que los
españoles entraron en contacto. Una de ellas, la de los tlaxcaltecas
-pueblo que había sido sometido por el imperio azteca y debía entregarle
fuertes tributos-, se alió con las tropas invasoras. El avance de los españoles se vio favorecido por el
descontento existente entre los dominados por los aztecas.
El emperador Moctezuma envió embajadores
ante Cortés con obsequios de oro y plata para que desistiera de seguir
avanzando. Pero esto no hizo más que aumentar la codicia de los
españoles.
La llegada de Cortés en 1519 a la
capital azteca, Tenochtitlán, fue pacífica. Los aborígenes los recibieron creyendo que podían
ser enviados del dios Quetzalcoátl, pero Cortés tomó prisionero a Moctezuma. Poco tiempo después, la matanza de numerosos
miembros de la nobleza azteca que realizaron los españoles en el Templo Mayor
provocó la sublevación del pueblo, liderado por Cuauhtémoc. Los españoles fueron sitiados y Cortés obligó a
Moctezuma a hablar con su pueblo para detener el ataque. Pero la lluvia de flechas y piedras que lanzaban los
guerreros aztecas hirieron de muerte al propio Moctezuma y Cortés se dispuso a
huir. En la llamada noche triste, los españoles que huían
fueron apuñalados y sólo un pocos -entre ellos, Cortés- lograron escapar con
los tesoros obtenidos.
Luego las tropas españolas se
reorganizaron y, con el apoyo de los tlaxCaltecas, aplastaron sangrientamente
la resistencia de los aztecas en Tenochtitlán. Una vez sometida toda la región, el rey Carlos V
recompensó al conquistador con tierras y riquezas y nombró a Cortés Gobernador
y Capitán General de Nueva España, como se denominó al territorio azteca. A partir de entonces, México se convirtió en uno de
los centros del imperio español en América.
Malinche fue la hija de un cacique
mexicano entregada a Cortés como esclava. Ella hablaba la lengua nahuati, de los aztecas, y la
maya. Entre los españoles había un sacerdote que había
vivido algunos años con un pueblo de lengua maya. Malinche traducía de la lengua azteca a la maya y
luego el sacerdote traducía del maya al español. la colaboración de Malínche
con los conquistadores de su pueblo dio lugar a una leyenda conocida como La
maldición de Malinche, popularizada en una canción mexicana actual que dice:
Del mar los vieron llegar
mis hermanos emplumados
eran los hombres barbados
de la profecía esperada.
Se oyó la voz del monarca
de que el dios habla llegado
y les abrimos la puerta
por temor a lo ignorado.
Iban montados en bestias
como demonios del mal,
iban con fuego en las manos
y cubiertos de metal
Sólo el valor de unos cuantos
les opuso resistencia
y mirar correr la sangre
se llenaron de vergüenza.
Porque los dioses ni comen
ni gozan con lo robado
y cuando nos dimos cuenta
ya todo estaba acabado.
En ese error entregamos
la grandeza del pasado
y en ese error nos quedamos
300 años esclavos.
Se nos quedó el maleficio
de brindar al extranjero
nuestra fe, nuestra cultura,
nuestro pan, y nuestro dinero.
Los Incas, sus orígenes, su evolución y la conquista española
Los pueblos que habitaban América antes
de la conquista europea tenían diversas formas de organización económica,
social y política. Algunos habían desarrollado sociedades
urbanas y otros sólo practicaron una agricultura simple o eran cazadores y
recolectores. Los aztecas y mayas, en la región mesoamericana, y los incas, en
la andina, desarrollaron sociedades urbanas. En estas sociedades, la construcción de complejas
obras de riego y la aplicación de técnicas agrícolas habían favorecido el
crecimiento constante de la producción agrícola y de la población. Se habían desarrollado las ciudades y la
organización social estaba fuertemente jerarquizado.
Entre los aztecas y los incas, como entre los mayas, los guerreros y los
sacerdotes conformaban el grupo privilegiado y ejercían el gobierno. La mayoría de la población, compuesta por campesinos
y trabajadores urbanos, debía entregar fuertes tributos en productos y trabajo. Estas sociedades estaban organizadas y gobernadas
por fuertes Estados teocráticos, llamados así porque toda la autoridad residía
en los sacerdotes y porque el jefe del Estado era considerado como un dios. Por esto, las primeras ciudades se organizaron
alrededor del centro ceremonial o templo. Los templos eran edificios que tenían funciones
religiosas y también económicas, dado que almacenaban y distribuían los
productos tributados por los campesinos.
A la llegada de los españoles, las
únicas sociedades urbanas que existían en América eran la azteca y la inca; la
cultura maya había desaparecido en el siglo XI d.C.
La mayoría de los pobladores de América
vivían de una agricultura simple, de la caza y de la pesca de animales y de la
recolección de frutos. Muchos de estos pueblos eran nómadas y
prácticamente no existía la división del trabajo. Estaban distribuidos a lo largo de todo el
continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
La organización jerárquica de la
sociedad. Las sociedades azteca e inca fueron sociedades
urbanas que tuvieron una organización económica, políticas social del mismo
tipo que las sociedades .urbanas que existieron en el Cercano Oriente desde el
3000 a. C. Los americanos también desarrollaron sistemas de escritura y de
numeración; la religión fue la manifestación espiritual más importante y regía
la mayor parte de los actos de la vida cotidiana de la población; y el arte
alcanzó una elaborada complejidad.
Los Pucarás de Tilcara en la provincia de Jujuy (Argentina),
fueron construídos de piedras y tenían una función militar, formaban parte de
la red del Camino del Inca en territorios calchaquí y diaguitas. La red del
Camino del Inca abarcaba unos 40.000 km. de largo. A través de él se logró unir
a mas de cien poblaciones difundiendo sus creencias, religión y lengua
(quechua)
Los Incas:
Machu Pichu y el Cuzco:
El Cuzco ocupa un valle situado a 3.400
metros sobre el nivel del mar. Se atribuye al Inca Pachacutti
(1438-1471) la reconstrucción del Cuzco como una ciudad monumental En ella se
instalaron grandes almacenes de granos, barrios, un complejo sistema de riego y
depósitos de todo tipo. Los templos y los pucarás (construcciones militares) ocuparon un lugar
preponderante en la ciudad. La construcción de Machu Pichu fue un claro ejemplo
de ello. Fue construida en el Cuzco a alturas casi inaccesibles, con fines
religiosos y militares.
Segú n la leyenda fueron cuatro
hermanos los fundadores de la familia Inca. A Manco Capac considerado como
héroe y un dios, fue el fundador del Cuzco, la ciudad capital del imperio Inca.
A partir de Manco Capac se le sucedieron 13 incas en el gobierno, el último fue
Atahualpa quien reinaba cuando llegaron los españoles.
Los incas constituyeron un poderoso
imperio que logró la expansión territorial en la época en que Colón iniciaba su
viaje hacia lo desconocido. Abarcó desde las sierras de la actual Colombia hasta el norte de Chile y de
la Argentina, y desde la costa del océano Pacífico hasta el este de los bosques
del río Amazonas. Los incas eran un pueblo originario de las sierras y desde
allí dominaron, mediante la guerra de conquista, a los pueblos de las otras
zonas. Establecieron la capital de su imperio en la ciudad de Cuzco, a la que
consideraban el centro del universo. El imperio, que ellos llamaban
Tahuantinsuyo -que quiere decir las cuatro partes del mundo-, estaba dividido
en cuatro regiones, las que, a su vez, se subdividían en provincias. Al frente
del imperio estaba el Inca, y las zonas conquistadas estaban dirigidas por los
curacas o gobernadores de provincia.
Organización económica y grupos sociales
La agricultura fue la base de la
economía del imperio incaico. La producción era muy variada y los
cultivos más importantes eran el maíz y la papa. Los incas aplicaron diferentes técnicas agrícolas
que mejoraron el rendimiento de los cultivos. En la zona árida de la costa usaron el guano
-excremento de aves marinas- como fertilizante de las tierras y construyeron
canales de riego. En el interior, sobre las laderas de las
sierras, cultivaban en terrazas. Además, el dominio de pueblos que
habitaban diferentes zonas les permitió obtener, mediante el pago de tributos,
productos que no había en su propio hábitat. En la sociedad incaica se podían
diferenciar varios grupos sociales.
La nobleza real incaica estaba formada
por los sacerdotes, los guerreros y los funcionarios. Controlaban el Estado y
vivían de los tributos que entregaban los campesinos. A este grupo social pertenecía el Inca. Los curacas,
o nobles de provincia, eran los nobles que gobernaban a los campesinos
organizados en comunidades (ayllus). Su instrucción se realizaba en el Cuzco. Eran los responsables de recibir los tributos de los
ayllus, que luego entregaban al Estado incaico.
El ayilu era la comunidad de campesinos
unidos por vínculos familiares, que tenían antepasados en común y habitaban un
mismo territorio. El Estado entregaba tierras a cada
comunidad para su subsistencia. Anualmente, un funcionario local
asignaba parcelas a cada familia según el número de sus componentes. Pero los campesinos no eran propietarios de las
tierras y estas parcelas eran trabajadas colectivamente por todos los miembros
de la comunidad. El ayllu debía entregar fuertes tributos
en productos y en trabajo al Estado y a los curacas.
En las laderas de la sierras, el cultivo
en terrazas permitió un mejor aprovechamiento de la tierra fértil y facilitó el
riego. Como técnica de labranza el palo cavador y una maza de cabeza de piedra,
no conocían la rueda.
La cría de llamas y de alpacas fue una
actividad importante en la economía incaica. De ella obtenían lanas, carne y se
usaban como animales de trabajo. La llama aunque no soporta más de 45 Kg. de
peso soporta las grandes alturas.
Entre los incas las tierras se dividían
en tres zonas: las tierras de las comunidades, cuya producción alimentaba a las
familias campesinas, la del Inca que mantenían al Inca , a los sacerdotes y el
ejército, y las del Sol, con las que se mantenía el culto a los dioses. Los
campesinos debían obligatoriamente trabajar en todas.
El Estado Incaico
El Estado incaico fue teocrático
porque el emperador, el Inca, era reconocido como el hijo del Sol, el dios más
importante. Un consejo de nobles y sacerdotes, llamados orejones
y pertenecientes a la familia real, asesoraba al Inca en las tareas de
gobierno.
La gran expansión del imperio fue
posible por la cuidada organización de la fuerza militar. Para facilitar el desplazamiento de sus ejércitos,
los incas construyeron una vasta red de caminos. La existencia de tambos o postas a lo largo de esos
caminos servía para el descanso de las tropas en campaña y para el recambio de
animales y armas.
Todos los pueblos que pertenecían al
imperio tenían la obligación de entregar al Estado una determinada cantidad de
alguna materia prima o de productos manufacturados, según la producción
característica de cada zona.
Además, la población estaba obligada a
realizar trabajos individuales en beneficio del Estado, los curacas o los
sacerdotes. Por esto, personas y productos recorrían también
permanentemente el Camino del Inca.
Redistribución y reciprocidad
La sociedad incaica funcionaba sobre la
base de la reciprocidad y la redistribución.
La reciprocidad era común entre las
comunidades de campesinos de la región andina.
Consistía en la práctica entre todos los
miembros de una comunidad. Por ejemplo, los habitantes de un ayllu
se ayudaban entre sí a sembrar y a cosechar en las parcelas de subsistencia; y,
en ocasión de un matrimonio, toda la comunidad ayudaba a levantar la casa de
los recién casados. Los incas incorporaron el principio de
reciprocidad de los ayllus como una de las bases del funcionamiento económico y
social de su imperio.
La redistribución suponía el
reconocimiento por parte de los campesinos de los diferentes niveles de
autoridad que existían en la sociedad. Los ayllus entregaban los tributos a los curacas, y
los bienes tributados se acumulaban en depósitos reales que estaban en aldeas,
caminos y ciudades. Allí eran contabilizados por
funcionarios especializados que comunicaban a los administradores del Cuzco las
cantidades de cada producto mediante el uso de quipus, contadores hechos con
tiras de cuero en las que se realizaban nudos. De este modo, el Inca conocía las cantidades de
excedente y en qué regiones del imperio sobraban o faltaban determinados
productos. Cuando algunos pueblos del imperio no podían
satisfacer sus necesidades básicas porque las regiones en las que vivían habían
sido afectadas por malas cosechas u otras catástrofes, el Estado incaico
redistribuía una parte de los alimentos, materias primas y productos
manufacturados almacenados. También utilizaba los bienes acumulados
para costear los gastos de las constantes expediciones militares, y para
premiar los servicios realizados por algunos funcionarios generalmente nobles.
Los tributos de las comunidades
campesinas dados al Estado eran de tres tipos:
1. Trabajos
colectivos en las tierras del Inca
2. Trabajos
individuales periódicos y rotativos a los que llamaban mita, con este sistema
se construían puentes y caminos.
3. Las
comunidades debían entregar a los curacas alimentos, materias primas y
productos manufacturados.
PRESAGIOS Y PROFECÍAS DE LA DERROTA
INDÍGENA
Los incas creían en muchos dioses. El dios Viracocha era
considerado el dios de la vida, del Sol y de la Luna. Todos los demás dioses
estaban subordinados a él. Al Sol se le atribuía los beneficios que hacía
prosperar la agricultura.
La llegada de los europeos a
América fue anticipada por presagios y profecías de origen azteca e inca. De los aztecas han llegado hasta nosotros fragmentos
escritos. En el caso de los incas, que no tenían escritura,
las noticias provienen de la tradición oral indígena y de los testimonios que
dejaron los cronistas de la época.
Los presagios aztecas anunciaban que el
retorno del dios Quetzalcoátl se produciría al final del reinado de Moctezuma y
lo haría bajo la forma de un hombre blanco. Antes de su llegada -afirmaban- ocurrirían una serie
de fenómenos naturales y catástrofes. Los testimonios así lo enunciaban:
"De aquí a muy pocos años nuestras
ciudades serán destruidas y asoladas, nosotros y nuestros hijos
muertos..."
Y prevenían al emperador:
"perderéis todas las guerras que
comiences y otros hombres con las armas se harán dueños de estas
tierras..."
Las profecías comenzaron a cumplirse a
los tres años de la ascensión de Moctezuma al trono. En 1510 se sucedieron un eclipse de Sol y la
aparición de un cometa. Al poco tiempo Hernán Cortés desembarcó
en las costas de México... y no pasó mucho tiempo hasta que los indígenas
tomaron conciencia de que no era precisamente el dios que aguardaban.
En el imperio de los incas la llegada de
los españoles también fue precedida por presagios y profecías. Se anunciaban fenómenos naturales: rayos, cometas y
cambios en el color del Sol y la Luna. El cronista Garcilaso de la Vega cuenta al respecto:
"Hubo grandes terremotos y
temblores de tierra (a poco de arribar los españoles) que, aunque en el Perú
son frecuentes, notaron que los temblores eran mayores que los ordinarios, y
que caían muchos cerros altos."
Los incas esperaban también el retorno
de un dios salvador, Viracocha. Por ello cuando tuvieron noticias de la
llegada de Pizarro, muchos creyeron que era la esperada divinidad:
"Quién puede ser sino Viracocha...
era de barba negra y otros que lo acompañaban de barbas negras y
bermejas".
Pero los españoles pronto disiparon la
ilusión de los incas, según lo afirmaba un cronista de origen indígena:
"Pensábamos que era gente grata y
enviados de Viracocha, pero paréceme que ha salido al revés, hermanos, que
estos que entraron a nuestras tierras no son hijos de dios sino del
demonio."
LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS
ESPAÑOLES
Los primeros asentamientos españoles se
ubicaron en las islas Antillas. Desde la ciudad de Santo Domingo en la
isla que Cristóbal Colón llamó La Española -actual territorio de Santo Domingo
y Haití-, se organizaron la primera recolección de oro americano y la conquista
de las islas adyacentes y del continente.
Entre 1492 y 1520, los españoles no
obtuvieron de los territorios conquistados las riquezas esperadas -especias y
grandes cantidades de oro sino sólo perlas, algo de azúcar y una escasa
cantidad de oro. Pero el oro que los españoles
encontraron en las Antillas era de aluvión: pepitas arrastradas por los cursos
de los ríos desde algún yacimiento superficial y poco abundante. Los aborígenes fueron obligados a recolectar el
metal precioso. Los indígenas antillanos no opusieron
resistencia armada a los conquistadores, pero en pocos años casi todos ellos
desaparecieron. Un gran número de estos indígenas
murieron a causa de las enfermedades transmitidas por los europeos. Además, la dominación a que se los sometió, provocó
en muchos de ellos el deseo de no tener hijos, con lo que disminuyó
drásticamente el índice de natalidad.
A partir de 1510, La Española perdió
importancia y Santiago de Cuba se transformó en el centro de las operaciones
coloniales españolas. Desde allí, en febrero de 1519, partió
Hernán Cortés, al mando de 11 naves y 600 hombres, con destino a la tierra
firme del continente, a la búsqueda de las fabulosas riquezas en oro
mencionadas por los indígenas.
LA CONQUISTA DEL
PERÚ
Desde su asentamiento en Panamá los
españoles comenzaron al explorar la costa del Pacífico hacia el sur. El hallazgo de piezas de oro los animó a emprender
nuevas expediciones.
En noviembre de 1532, Francisco Pizarro,
con 200 hombres, llegó a Cajamarca, donde acampaban 30.000 incas al mando del
emperador Atahualpa. Pizarro pensaba aprovechar a su favor la división interna
entre los incas, enfrentados en una guerra civil en la que dos hermanos
descendientes del Inca -Atahualpa y Huascar- se disputaban el trono.
A pesar de la inferioridad numérica,
Pizarro convenció al jefe inca para parlamentar y lo tomó prisionero. Al ver a su soberano cautivo, muchos soldados se
dejaron matar sin defenderse. La orden de Atahualpa de matar a
Huascar, que dominaba el sur del imperio, facilitó la alianza entre grupos
incas y los españoles. Finalmente, en noviembre de 1532,
Pizarro entró al Cuzco, capital del imperio, y reconoció como emperador a un
miembro de la nobleza inca. De este modo, Pizarro obtuvo el apoyo de
un sector de la sociedad conquistada.
En el Perú, la capital española no se
superpuso -como en México- a la indígena. En 1535 Pizarro fundó Lima, la Ciudad de los Reyes. La ciudad fue establecida cerca de la costa para
asegurar las comunicaciones con las otras tierras de españoles, situadas sobre
el Pacífico, y también por temor a instalarse en una región tan aislada como la
del Cuzco. Las grandes cantidades de oro y de plata que los
españoles obtuvieron en el Perú hicieron de esta región la más importante de
todas las conquistadas por España en América.
Las sublevaciones indígenas y las luchas
entre los mismos conquistadores, ávidos de enriquecerse rápidamente -y que le
costaron la vida al propio Pizarro-, obligaron la intervención de la corona,
que en 1544 creó el Virreinato del Perú.
EL IMPACTO DE LA CONQUISTA
La invasión europea produjo un tremendo
impacto entre los pueblos que habitaban América. Para estas sociedades que habían vivido aisladas del
resto del mundo, los europeos representaban algo totalmente desconocido. Toda su vida cambió a partir de la conquista. Su organización económica, social y política, sus
creencias religiosas, su visión del mundo y las costumbres de su vida
cotidiana, se derrumbaron.
La desestructuración de la economía
La conquista española alteró el
funcionamiento y la organización de las economías indígenas.
En el Perú, por ejemplo, el triunfo español alteró el sistema basado en la
reciprocidad y la redistribución. Los conquistadores ocuparon el lugar del
Inca en la jerarquía social. Las comunidades continuaron obligadas a
entregar tributos y los curacas fueron mantenidos como los funcionarios
encargados de controlar el cumplimiento de la obligación y el almacenamiento de
los productos. Pero los españoles quebraron el
principio de la redistribución: el excedente que los curacas entregaban a los
conquistadores no volvía a las comunidades. Además, con la introducción de la moneda y el
mercado, los españoles destruyeron el principio de la reciprocidad: los
indígenas dejaron de intercambiar productos entre comunidades de acuerdo con lo
que cada una producía y se vieron obligados a comprar y vender.
La destrucción de las religiones
indígenas :
Cuando los españoles llegaron a México, se encontraron con una civilización que
tenía una religión muy diferente de la cristiana. Lo que más impactó a los conquistadores fue la
poderosa religión estatal que rendía culto a las principales divinidades
indígenas a través de sacrificios humanos que eran acompañados de diversos
ritos. De acuerdo con su mentalidad de hombres europeos de¡
siglo XVI, la entendieron como una religión demoníaca -que rendía culto al
demonio y a las fuerzas del mal- y se propusieron su completa destrucción.
Los conquistadores y los misioneros
-sacerdotes y religiosos que llegaban a América con la misión de evangelizar,
es decir, de enseñar a los indígenas los principios de la que consideraban la
verdadera fe: la religión cristiana- se propusieron extirpar la idolatría
(porque los europeos llamaron ídolos ii los dioses de los aborígenes). La muerte de los emperadores azteca e inca
contribuyó a que esas sociedades perdieran confianza en sus dioses: con la
muerte de Moctezuma o de Atahualpa, no sólo desaparecían los jefes del Estado
sino también los hijos del Sol, su protector. Otra forma en que los españoles se propusieron
reemplazar las creencias tradicionales indígenas, fue la edificación de
iglesias en los lugares en los que antes habían existido templos o centros de
culto.
Durante los primeros tiempos y terminada la etapa de la resistencia armada, los
misioneros fueron optimistas porque los indígenas parecían aceptar a la nueva
religión y recibían en masa los sacramentos del bautismo y del matrimonio. Sin embargo, al poco tiempo comenzaron a advertir
que la aceptación del cristianismo era sólo superficial ya que, a escondidas de
los españoles, continuaban realizando los ritos de su culto tradicional.
Las causas de la derrota
Un proceso tan complejo como la
conquista de un continente no puede explicarse por un solo factor. Si tenemos en cuenta que un pequeño número de
europeos lograron dominar en muy poco tiempo a comunidades muy numerosas y que
habían alcanzado un elevado nivel de organización social, ¿Cómo explicar que
los 200 hombres de la expedición de Cortés conquistaran tina región habitada
por más de 10 millones de personas? Sin duda influyeron factores técnicos
como la superioridad de las armas de fuego, y el terror que producían las
explosiones de pólvora y los caballos. Otros factores serían de tipo religioso, como las
leyendas que hablaban de la llegada de enviados de los dioses.
Pero tal vez haya que prestarle
particular atención a un elemento de tipo político: la organización imperial y
militarista de los aztecas e incas. Si bien esto puede aparecer como un
símbolo de fortaleza, también lo es de debilidad.
Muchos de los pueblos dominados por los
aztecas y los incas colaboraron con los europeos convencidos de que ése era el
medio para liberarse de quienes les exigían pesados tributos. Además, la organización imperial muy centralizada de
los incas, por ejemplo, facilitó el triunfo de los españoles. Éstos atacaron
directamente la cabeza del imperio -el Inca y el Cuzco- y frente a la derrota
de ésta, el poderío inca sucumbió. Los españoles aprovecharon la situación
y mantuvieron parte de la estructura de dominio impuesta por los incas, pero se
ubicaron ellos a la cabeza de esa estructura.
El derrumbe demográfico
Antes de la llegada de los
europeos, la población americana no estaba distribuida de manera uniforme por
el continente. Las zonas más densamente pobladas eran
las de las civilizaciones urbanas de MesoAmérica y la región andina. En esas dos zonas, la población aumentaba a medida
que mejoraban las técnicas de cultivo y crecí-,in el intercambio y los centros
urbanos. La conquista interrumpió bruscamente esta tendencia
y diezmó la población indígena.
El derrumbe demográfico se produjo por
un conjunto de factores que actuaron de manera simultánea: las muertes
provocadas por la violencia de los conquistadores; la desorganización de la
vida económica, que hizo disminuir la producción de alimentos, provocando
hombrunas; la explotación del trabajo indígena en las minas; la desorganización
de la vida familiar tradicional; los efectos devastadores de las epidemias de
enfermedades infecciosas como la viruela, frente a las que los indígenas no
tenían desarrolladas defensas orgánicas. También influyeron facto)res de tipo psicológico,
como la pérdida del deseo de vivir en un mundo que se derrumbaba, donde todo lo
conocido iba desapareciendo.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII,
los indígenas que sobrevivieron la conquista se transformaron -en su mayoría-
en campesinos. Algunas comunidades o individuos
llegaron a competir con los europeos por los beneficios producidos por la
economía colonial americana.
EL IMPACTO DE LA CONQUISTA
La invasión europea produjo un tremendo
impacto entre los pueblos que habitaban América. Para estas sociedades que habían vivido aisladas del
resto del mundo, los europeos representaban algo totalmente desconocido. Toda su vida cambió a partir de la conquista. Su organización económica, social y política, sus
creencias religiosas, su visión del mundo y las costumbres de su vida
cotidiana, se derrumbaron.
La desestructuración de la economía
La conquista española alteró el
funcionamiento y la organización de las economías indígenas.
En el Perú, por ejemplo, el triunfo español alteró el sistema basado en la
reciprocidad y la redistribución. Los conquistadores ocuparon el lugar del
Inca en la jerarquía social. Las comunidades continuaron obligadas a
entregar tributos y los curacas fueron mantenidos como los funcionarios
encargados de controlar el cumplimiento de la obligación y el almacenamiento de
los productos. Pero los españoles quebraron el
principio de la redistribución: el excedente que los curacas entregaban a los
conquistadores no volvía a las comunidades. Además, con la introducción de la moneda y el
mercado, los españoles destruyeron el principio de la reciprocidad: los
indígenas dejaron de intercambiar productos entre comunidades de acuerdo con lo
que cada una producía y se vieron obligados a comprar y vender.
La destrucción de las religiones
indígenas :
Cuando los españoles llegaron a México,
se encontraron con una civilización que tenía una religión muy diferente de la
cristiana. Lo que más impactó a los conquistadores fue la
poderosa religión estatal que rendía culto a las principales divinidades
indígenas a través de sacrificios humanos que eran acompañados de diversos
ritos. De acuerdo con su mentalidad de hombres europeos de¡
siglo XVI, la entendieron como una religión demoníaca -que rendía culto al
demonio y a las fuerzas del mal- y se propusieron su completa destrucción.
Los conquistadores y los misioneros
-sacerdotes y religiosos que llegaban a América con la misión de evangelizar,
es decir, de enseñar a los indígenas los principios de la que consideraban la
verdadera fe: la religión cristiana- se propusieron extirpar la idolatría
(porque los europeos llamaron ídolos ii los dioses de los aborígenes). La muerte de los emperadores azteca e inca
contribuyó a que esas sociedades perdieran confianza en sus dioses: con la
muerte de Moctezuma o de Atahualpa, no sólo desaparecían los jefes del Estado
sino también los hijos del Sol, su protector. Otra forma en que los españoles se propusieron
reemplazar las creencias tradicionales indígenas, fue la edificación de
iglesias en los lugares en los que antes habían existido templos o centros de
culto.
Durante los primeros tiempos y terminada la etapa de la resistencia armada, los
misioneros fueron optimistas porque los indígenas parecían aceptar a la nueva
religión y recibían en masa los sacramentos del bautismo y del matrimonio. Sin embargo, al poco tiempo comenzaron a advertir
que la aceptación del cristianismo era sólo superficial ya que, a escondidas de
los españoles, continuaban realizando los ritos de su culto tradicional.
Las causas de la derrota
Un proceso tan complejo como la
conquista de un continente no puede explicarse por un solo factor. Si tenemos en cuenta que un pequeño número de
europeos lograron dominar en muy poco tiempo a comunidades muy numerosas y que
habían alcanzado un elevado nivel de organización social, ¿Cómo explicar que
los 200 hombres de la expedición de Cortés conquistaran tina región habitada
por más de 10 millones de personas? Sin duda influyeron factores técnicos
como la superioridad de las armas de fuego, y el terror que producían las
explosiones de pólvora y los caballos. Otros factores serían de tipo religioso, como las
leyendas que hablaban de la llegada de enviados de los dioses.
Pero tal vez haya que prestarle
particular atención a un elemento de tipo político: la organización imperial y
militarista de los aztecas e incas. Si bien esto puede aparecer como un
símbolo de fortaleza, también lo es de debilidad.
Muchos de los pueblos dominados por los
aztecas y los incas colaboraron con los europeos convencidos de que ése era el
medio para liberarse de quienes les exigían pesados tributos. Además, la organización imperial muy centralizada de
los incas, por ejemplo, facilitó el triunfo de los españoles. Éstos atacaron
directamente la cabeza del imperio -el Inca y el Cuzco- y frente a la derrota
de ésta, el poderío inca sucumbió. Los españoles aprovecharon la situación
y mantuvieron parte de la estructura de dominio impuesta por los incas, pero se
ubicaron ellos a la cabeza de esa estructura.
El derrumbe demográfico
Antes de la llegada de los
europeos, la población americana no estaba distribuida de manera uniforme por
el continente. Las zonas más densamente pobladas eran
las de las civilizaciones urbanas de Meso América y la región andina. En esas dos zonas, la población aumentaba a medida
que mejoraban las técnicas de cultivo y crecí-,in el intercambio y los centros
urbanos. La conquista interrumpió bruscamente esta tendencia
y diezmó la población indígena.
El derrumbe demográfico se produjo por
un conjunto de factores que actuaron de manera simultánea: las muertes
provocadas por la violencia de los conquistadores; la desorganización de la
vida económica, que hizo disminuir la producción de alimentos, provocando
hombrunas; la explotación del trabajo indígena en las minas; la desorganización
de la vida familiar tradicional; los efectos devastadores de las epidemias de
enfermedades infecciosas como la viruela, frente a las que los indígenas no
tenían desarrolladas defensas orgánicas. También influyeron facto)res de tipo psicológico,
como la pérdida del deseo de vivir en un mundo que se derrumbaba, donde todo lo
conocido iba desapareciendo.
A lo largo de los siglos XVII y XVIII,
los indígenas que sobrevivieron la conquista se transformaron -en su mayoría-
en campesinos. Algunas comunidades o individuos
llegaron a competir con los europeos por los beneficios producidos por la
economía colonial americana.
¿Que sabes de la aculturación?
Cuando dos culturas se ponen en contacto
se establece entre ellas una serie de relaciones que modifican a ambas. En el proceso de la conquista europea en América se
relacionaron dos culturas que, hasta ese momento, se habían desarrollado por
separado, sin que una tuviera noción de la existencia de la otra.
Frecuentemente las culturas que entran
en contacto no se enfrentan en condiciones de igualdad. En ocasiones, por circunstancias diversas, una
cultura tiene la fuerza suficiente como para imponerse sobre la otra. La conquista de América fue una historia de
vencedores y vencidos. Unos lograron imponer su dominio sobre
los otros. En la relación entre sus culturas ocurrió algo similar. La cultura europea derrotó a la indígena.
El concepto de cultura se refiere a la
forma en que los miembros de un grupo de personas piensan, creen y viven, la
manera en que resuelven sus problemas, sus manifestaciones artísticas y su vida
espiritual, las normas y acuerdos que establecen. Por esto, cuando se produce un choque entre
culturas, se enfrentan todos los aspectos de la vida social de los pueblos en
lucha.
En las ciencias sociales como la antropología y la historia, por
ejemplo se utiliza el
término aculturación para explicar
procesos como el de la conquista de América, en el cual una cultura se modificó
por el contacto violento con otra, y en ese proceso de modificación perdió los
rasgos más importantes que le eran propios. En un proceso de aculturación, el pueblo vencido
pierde su identidad cultural tradicional e incorpora a su visión del mundo
muchos elementos de la cultura de los vencedores. El resultado final de este proceso es la imposición
de los rasgos principales de la cultura vencedora a la cultura vencida.
UNA INDÍGENA, PREMIO NOBEL DE LA
PAZ:
La indígena Rigoberta Menchú recibió el
10 de diciembre de 1992, en Suecia, el Premio Nóbel de la Paz por su ardua
lucha por la defensa de los derechos indígenas y humanos en general, de su país
y de¡ continente.
"Este Premio Nóbel lo interpreto
primero como un homenaje a los pueblos indígenas sacrificados y desaparecidos
por la aspiración de una vida más digna, justo, libre, de fraternidad y
comprensión entre los humanos, A los que ya no están vivos para albergar la
esperanza de un cambio de lo situación de pobreza y marginación de los
indígenas, relegados y desamparados en Guatemala y en todo el continente americano,
"Reconforta esto creciente atención, aunque llegue 500 años más tarde,
hacia el sufrimiento, la discriminación, lo opresión y explotación que nuestros
pueblos han sufrido, pero que gracias a su propia cosmovisión y concepción de
lo vida han logrado resistir y finalmente ver con perspectivos promisorias,
cómo, de aquellas raíces que se quisieron erradicar germinan ahora con pujanza,
esperanzas y representaciones paro el futuro.
'Implica también una manifestación de/
progresivo interés y comprensión internacional por los Derechos de los Pueblos
Originarios, por el futuro de los más de 60 millones de indígenas que habitan
nuestra América y su fragor de protesta por los 500 años de opresión que han
soportado. Por el genocidio incomparable que han sufrido en todo esta época,
de/ que otros países y las élites en América se han favorecido y aprovechado
"Libertad paro los indígenas
dondequiera que estén en América y en el mundo, porque mientras vivan, vivirá
un brillo de esperanza y un pensar original de la vida!
"Los manifestaciones de júbilo de los Organizaciones Indígenas de todo el
continente y los congratulaciones mundiales recibidos por el otorgamiento del
Premio Nobel de lo Paz, expresan claramente la trascendencia de esto decisión. Es el reconocimiento de una deudo de Europa para con
los pueblos indígenas americanos; es un llamado a la conciencia de la Humanidad
para que se erradiquen los condiciones de marginación o las que los condenó el
coloniaje y la explotación de los no indígenas, y es un clamor por la vida, la
paz, la justicia, lo igualdad y hermandad entre los seres humanos."
DIFERENTES VISIONES DE LA CONQUISTA:
La visión de los conquistadores
La conquista del Nuevo Mundo fue
impulsada por instituciones como los Estados monárquicos, la Iglesia Católica y
las grandes compañías comerciales. Pero la importancia de estas
instituciones no debe hacernos olvidar que los protagonistas de este proceso
histórico fueron los conquistadores, hombres reales, de carne y hueso. ¿Quiénes
fueron estas personas? ¿Qué motivos los impulsaron a cruzar el océano, pese a
los riesgos que la empresa suponía? ¿Cuál fue la visión que estos hombres
tuvieron al tomar Contacto con una realidad geográfica y humana tan diferente
de la propia?
Los conquistadores eran hombres con poca
o ninguna fortuna en tierras o en dinero, aunque algunos de ellos eran de
origen noble. Llegaron a América esperando lograr en
el Nuevo Mundo los objetivos que en Europa les resultaban inaccesibles. Estos objetivos eran la riqueza, el prestigio social
y su contribución a la misión cristiana de evangelizar a los indígenas
americanos.
Sobre todo en los primeros años de la
conquista, los conquistadores imaginaban que iban a alcanzar sus utopías sin
conflicto. Esperaban que las riquezas fueran la base de una
posición de reconocimiento social en tierras americanas; y que, al regresar a
España, la fortuna y el prestigio social recién adquiridos estuvieran
legitimados por su servicio prestado a la expansión del cristianismo. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los
conquistadores no realizó sus utopías.
Los conquistadores se fueron
diferenciando entre sí. Rápidamente, entre ellos se
establecieron diferencias de jerarquía y autoridad: los que actuaban en México
y en Perú obtenían mayores recursos económicos que los que actuaban en las
islas del Caribe. Pero, en el continente, sólo un reducido
grupo de hombres relacionados directamente con los jefes de las expediciones
(sucesivamente, Colón, Velázquez, Cortés, Pizarro, Valdivia, por ejemplo) obtuvieron
el título de encomenderos. A los encomenderos se les confiaban
porciones de población indígena y se les otorgaba el derecho de obtener de ella
tributos, emplearla como mano de obra en sus empresas particulares (minería,
plantaciones, talleres textiles, entre otras), y recibir el pago de sus
jornales si trabajaban fuera de la encomienda. Estos beneficios se otorgaban teóricamente a cambio
de la obligación de evangelizar a los indígenas encomendados. Como resultado de
esta diferenciación, muchos conquistadores vieron cerrado su acceso a los
niveles superiores de riqueza y prestigio social. Fueron frecuentes las intrigas políticas y los
enfrentamientos armados entre grupos que se oponían a los conquistadores más
poderosos.
La visión de los vencidos
La conquista violenta significó para los
indígenas un gran sufrimiento espiritual. Su mundo y sus tradiciones se desmoronaron. Algunos
historiadores denominaron a este impacto en la mentalidad de los pueblos
americanos como el traumatismo de la conquista.
Para los vencidos, la derrota tuvo un
carácter religioso y cósmico: se sintieron abandonados por sus dioses. La caída de Tenochtitlán por ejemplo, no fue solo
una derrota militar significaba también la caída del reino del Sol. Los dioses habían muerto o eran débiles ante el
avance de la nueva fe cristiana que imponen los conquistadores.
Las nuevas condiciones de existencia
impuestas por los europeos provocaron la desvalorarización de los americanos. El alcoholismo se difundió como una epidemia. El desgano vital, producido por la falta de
incentivos pira vivir en un mundo hostil, lleva muchos a un estado de
autoabandonarse incluso a la disminución de la natalidad.
Para Nathan Wachtel -historiador francés
contemporáneo-, "saqueos, masacres, incendios, es la experiencia del fin
de un mando. Pero se trata de un fin sangriento, de un mundo
asesinado".
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